El 32% de la población española sufre algún caso de ardor o acidez cada mes

El 32% de la población española sufre algún caso de ardor o acidez cada mes

La prevalencia real es difícil de calcular, ya que muchos de los pacientes no llegan a consultas especializadas y son tratados en Atención Primaria o se automedican.

Una alimentación sana y equilibrada ayuda a prevenir problemas gastrointestinales.

Alrededor de un 32% de la población española sufre pirosis (ardor o acidez) todos los meses y aproximadamente un 22% tiene regurgitaciones. Son los síntomas principales presentes en aquellas personas que padecen Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE), una patología de la que se desconoce la prevalencia real porque muchos pacientes no llegan a las consultas especializadas y se tratan en Atención Primaria o bien se automedican. No obstante, se calcula que representa el 5% de las consultas en la Atención Primaria de los países occidentales. Por ello, durante el Congreso Andaluz de Patología Digestiva celebrado en Almería, los especialistas aprovecharon para presentar el primer Atlas de la ERGE, un completo manual no sólo para médicos en formación, sino también para especialistas en aparato digestivo y otras especialidades.

El Atlas, editado por los doctores Federico Argüelles-Árias, Manuel Rodríguez-Téllez y Juan Manuel Herrerías, con la colaboración de AstraZeneca, está dividido en nueve capítulos donde se exponen desde los conocimientos e imágenes más conocidas y tradicionales hasta otras inéditas. Asimismo, se muestran las diferentes técnicas que hoy en día se utilizan en patología digestiva y en el diagnóstico, seguimiento y mejor conocimiento de la enfermedad. También hay capítulos novedosos como la capsuloendoscopia.

Por otra parte, se recuerda que la ERGE se ha diagnosticado clásicamente por la presencia de pirosis y regurgitación ácida, siendo estos los síntomas típicos de la enfermedad. Sin embargo, existen otros síntomas menos comunes como los eructos, el dolor torácico no cardíaco y otros que se denominan atípicos o extraesofágicos, como la tos o la sensación de globo faríngeo.

Cuando no existen síntomas de alarma, los médicos establecen el diagnóstico clínico de esta enfermedad e inician el tratamiento sin necesidad de realizar otras pruebas complementarias. Así, indican el tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (IBP) a dosis estándar, al menos durante dos semanas y posteriormente valoran la respuesta. Los IBP son fármacos antisecretores que actúan sobre la bomba de protones de las células parietales. Son más eficaces que los antagonistas H2 en el tratamiento a corto plazo de la ERGE típica y de la esofagitis por reflujo. Los especialistas aseguran que la primera opción de tratamiento en el síndrome típico y la esofagitis por reflujo gastroesofágico, tanto en la fase aguda como durante el periodo de mantenimiento, debería realizarse con IBP.

El efecto de los IBP se hace máximo cuando se administra la dosis adecuada y se toma antes de las comidas. Se recomienda tomarlos antes del desayuno. En pacientes que no responden a la dosis estándar, se acepta utilizar dosis dobles y repartir la dosis diaria en dos tomas, antes del desayuno y antes de la cena. Asimismo, el uso a demanda e intermitente de los IBP ha demostrado ser eficaz en los pacientes con ERGE no erosiva.

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